La familia es fundamento de la armonía necesaria para la convivencia, mereciendo, por tanto, la especial protección del Estado. No basta el mandato constitucional en don de se consagra su preponderancia dentro del núcleo social, sino que es necesario procurar una real y efectiva protección contra todo acto de violencia que pretenda desestabilizarla. Ese es el objetivo de esta Ley por la cual se desarrolla el artículo 42 de la Constitución Política y se dictan normas para prevenir, remediar y sancionar la violencia intrafamiliar, que destaca la importancia de la institución misma y la protege de abusos contrarios a derecho a través de la tipificación de conductas a quienes dolosamente quieran su deterioro, pues de acuerdo con lo anterior, ella constituye la fuente básica de la sociedad. Por otro lado, la realidad del pais caracterizada por el relajamiento de valores y el excesivo individualismo hacen más palpable la crisis en que se encuentra la colectividad, hacen imperiosa la necesidad de parte del Estado de tomar las medidas pertinentes con miras a que la prevalencia del interés genera y la prosperidad en que se funda el Estado Social de Derecho sean realmente efectivos. La implantación de este instrumento normativo constituye un aporte de singular importancia en defensa de los intereses de la institución familiar y de su estabilidad como medida de protección frente al fenómeno de la violencia que se genera en su seno