Los comunicados manifiestan la desesperación de la comunidad de Cacarica que se ha visto obligada a desplazarse de su terruño por presiones de la guerrilla y de los paramilitares. A esto se suma la indiferencia del Estado incapaz de resolverle su situación. Al plan de retorno que existe en la actualidad, los desplazados solicitan que para que el retorno se haga con dignidad debe haber el cumplimiento por parte del gobierno nacional de la entrega del título por parte del INCORA que los haga acreedores al derecho a la propiedad de la tierra. Los comunicados comentan que ningun funcionario del gobierno ha dado respuesta a esta preocupación. A la demora de la entrega del título se suma la preocupación por la explotación ilegal, irracional y comercial de madera de esas tierras. Los desplazados han hecho conocer a las distintas instancias del gobierno nacional que tomen medidas para detener la tala indiscriminada de árboles en la región de Cacarica. A pesar de la resolución 7 de Codechocó ordenando el cese del corte de madera en la zona, la tala continua. Duele ver la tierra arrasada, oír el ruido de los motores de maquinaria pesada alejando aves y demás animales y destrozando a su paso esta fértil tierra, sentir el retumbar de la tierra cuando los árboles caen. La comunidad clama por la ayuda de la comunidad internacional en la conservación del medio ambiente de la región