Estudia la disipación y degradación del insecticida carbofurano en suelos sembrados con plantas de maíz. En suelos provenientes de El Ejido, provincia de Los Santos (Panamá), se aplicó una determinada cantidad de carbofurano marcado cuya actividad específica era conocida. El experimento se llevó a cabo entre los meses de enero, febrero y marzo; los suelos fueron sembrados con plantas de maíz y para poderle dar seguimiento al insecticida marcado se emplearon técnicas nucleares como: autoradiografía, cintilometría líquida y combustión seca. Además, se empleó la cromatografía en capa delgada, una técnica no nuclear.

Los resultados obtenido fueron:

dentro de las dos primeras semanas poco más del 50 por ciento del carbofurano marcado se ha disipado o degradado. Después de dos meses, más del 65 por ciento del carbofurano ha sufrido ese destino. El porcentaje de residuos ligados al suelo no supera al 22 por ciento al cabo de dos meses. En los lixiviados, conforme pasa el tiempo, la concentración del carbofurano y sus metabolitos se va volviendo prácticamente imperceptible.

Se lograron identificar los siguientes metabolitos:

3-hidroxicarbofurano, 3-ketocarbofurano y el 3-keto-7-fenolcarbofurano, los cuales aparecieron durante el primer mes de la investigación y luego sus concentraciones disminuyeron hasta no poder ser detectables