La colonización es el fruto de la marginalidad de extensas capas de la sociedad colombiana. Es el resultado de la exclusión, por años, de los programas de desarrollo diseñados por el Estado, de amplios sectores de la población de este país. Ante las pocas alternativas de empleo, educación, salud, vivienda etc., generadas por su modelo de desarrollo, que no responden entre otras problemáticas a la resolución de los conflictos causados por la violencia política de los años cincuenta, dicha población se ve obligada a migrar y colonizar tierras. Durante los últimos años, la colonización ha sido considerada por el Estado como la válvula de escape a los problemas de saturación demográfica del interior del país y a la falta de implementación de una reforma agraria, que pudiera resolver entre otros, los problemas de concentración de la tenencia de la tierra originada por la violencia política