El proyecto de Salud reproductiva y empoderamiento de la mujer (SAREM) es el resultado de uno de los acuerdos entre el gobierno de Nicaragua y Filanda firmado 1997 destinado a reproducir la salud reproductiva de las adolescentes la mujer adulta y el hombre así como el desarrollo de legilación y políticas sensibles al género, especialmente con el tema de la violencia intrafamiliar. Esta sistematización del componente se basa en una reconstrucción e interpretación crítica de la experiencia descubriendo la lógica de los procesos y evidenciando los factores que han intervenido y las relaciones entre ellos. Permite definir relaciones y puentes entre el conocimiento teórico y la práctica, facilitando la adquisición de nuevos saberes, permite reflexionar colectivamente sobre la experiencia para reconstruir la estrategia global que se materializó en la práctica, identificando las fortalezas y las debilidades, los caminos seguidos, las lecciones aprendidas y las prioridades que se impusieron en su desarrollo. El proceso de reconstrucción de los hechos se dio no sólo con los testimonios de las partes implicadas, sino también con las interpretaciones de su propia experiencia. Para esto fue necesario utilizar diferentes instrumentos metodológicos, como entrevistas individuales y momentos que permitieran el intercambio y la reflexión colectiva