Guatemala: ¿alcanzarán los salarios a los precios?
Publication year: 1990
Esta es la primera parte de un estudio sobre las variables socioeconómicas relacionadas con los niveles de alimentación y nutrición en América Central. Desarrolla un análisis comparativo de la evolución de los salarios mínimos y de los precios de los alimentos y combustibles domésticos en Guatemala, durante el período de 1963-89. En términos reales -es decir, expresados en salarios por hora laborable-, el poder de compra del salario mínimo urbano de Guatemala no ha mejorado a través del último cuarto de siglo (1963-89), ya sea que él se exprese como poder de compra general -en relación con el índice general de precios al consumidor-, como poder de compra alimentario -en relación con el índice de precios de los alimentos y bebidas-, como poder de compra colórico -precios de 1000 kilocalorías comestibles del artículo que ofrece la energía más barata-, o como poder de compra proteínico -precios de 100 gramos de proteínas comestibles del alimento que ofrece las proteínas más baratas. La comparación del poder adquisitivo calórico del salario mínimo de la Ciudad de Guatemala con el de otros países, muestra que en Guatemala no se observa aquella tendencia a la baja del precio real de calorías de alimento de base, la que se supone como la característica de un progreso socioeconómico. Con sustento en lo anterior, se ponen en consideración medidas prácticas que podrían ser inmediatamente aplicadas, entre ellas: instaurar, a nivel nacional, un Salario Mínimo de Protección, que tenga vigencia para toda actividad económica que carezca, a la fecha, de un salario mínimo legal; valorar los salarios mínimos de tal manera que puedan encontrar por lo menos dos productos que proporcionen 1000 kilocalorías, con menos de un cuarto de hora laborada y simultáneamente, que puedan encontrarse dos productos de los cuales puedan adquirirse 100 gramos de proteínas con menos de una hora laborada; valorar periódicamente los salarios mínimos (indexación automática) para establecer al menos su poder adquisitivo; en la perspectiva de un progreso socioeconómico, ajustar continuamente los salarios mínimos, en proporción superior al aumento de los salarios medios y del promedio de los ingresos...