La desnutrición energético proteica es un problema de salud pública en los países en desarrollo, que afecta especialmente a niños pequeños. Sus consecuencias abarcan retardo del crecimiento, alteraciones físicas y funcionales y en grados severos está comprobado el incremento de morbilidad grave o mortalidad. La medición del crecimiento físico a través de indicadores antropométricos ha permitido medir indirectamente el estado nutricional; aunque el crecimiento físico es afectado por factores genéticos y también ambientales tal como la morbilidad. En vista de la asociación desnutrición-crecimiento-físico-mortalidad; se ha utilizado indicadores antropométricos como predictores del riesgo de mortalidad. Aunque existe evidencia de mayor riesgo de mortalidad en desnutridos severos, medido por el indicador peso/edad generalmente, en rangos menores de desnutrición no es bien conocido el riesgo. La utilidad del uso de indicadores antropométricos como predictores de riesgo de morir, es poder aplicar indicadores de fácil y frecuente obtención para enfoque de riesgo, en poblaciones que por sus condiciones ecológicas ya muestran mayores riesgos de morbilidad o mortalidad. Los estudios que utilizan esta metodología no son muy abundantes, entre éstos se pueden mencionar: Chen (Bangladesh, 1980); Bairagi (Basngladesh, 1985); Sommer (Africa, 1975); Kielmman (Africa, 1978); Heywood (Nueva Guinea, 1986). El "Proyecto Patulul", del Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá, INCAP; realizado en 1976 y 1980, en Patulul, Suchitepéquez, Guatemala; abarcó un estudio de crecimiento y desarrollo, prospectivo y varios cortes transversales de antropometría...