En este documento se plasma lo que las mujeres necesitan, quieren, anhelan y demandan en razón de los derechos que les asisten proclamados y ratificados ante organismos multilaterales, pero todavía no legitimados en las estructuras jurídicas del Estado, ni tampo validados en la vida y en los hechos cotidianos. Esta agenda incorpora también componentes tan importantes como son todos los ciclos de vida, y asimismo, las diferencias socioeconómicas, étnicas, culturales y sexuales, lo que hace de ella un modelo verdaderamente integral. Recoge la responsabilidad intersectorial, tanto del gobierno como de las organizaciones sociales, de sustentar el derecho de la salud, así como la necesidad de informar y educar a toda la población sobre el estado de derecho del país en lo que concierne a sus derechos humanos básicos. Se asume como una guía para la elaboración y aplicación de normas y políticas públicas concernientes a la salud integral y a la seguridad de todas las mujeres. Su implementación constituye un desafío y un compromiso de gran envergadura para todas las personas que trabajan en pro de la salud, así como para los gobiernos responsables que realmente creen y se proponen una práctica basada en el respeto a los derechos humanos.