Comprendiendo la importancia práctica que llena el incorporar a la farmacopea una planta de nuestra flora nacional, me ha guiado de un modo tesonero a efectuar el estudio de la "Ñuñumaya", planta que hasta el momento que la expongo como motivo de mi tesis, ha sido ligeramente estudiada. Desde luego cabe hacer notar que esta planta es muy conocida por el vulgo por ciertas propiedades medicinales, pasando completamente desapercibida a la observación de los científicos que no le han prestado ninguna atención, pero una vez sometida al estudio e investigación de sus propiedades medicamentosas, cual es la índole de mi trabajo, se llega al halagador convencimiento que la ñuñumaya contiene un importante alcaloide que es la atropina cuya aplicación en medicina es de gran importancia, esencialmente en las intervenciones quirúrgicas de la vista pudiéndose aplicar a diversas afecciones internas y externas al estado de polvo, extractos y tinturas preparadas con las hojas y raíces de la ñuñumaya, al igual que los preparados oficinales de la belladona por contener el mismo principio activo de esta.