Efectos del consumo tradicional de hojas de coca sobre la respiración
Publication year: 1997
La historia documentada sobre las hojas de coca se inicia en 1504 con una carta en la que Américo Vespucio describe sus primeros contactos con los utilizadores de hojas de coa, que había tenido ocasión de conocer en 1499 durante un viaje por las costas de la actual Venezuela. Posteriores a este documento existen muchos otros escritos por los cronistas españoles de la conquista. A través de estos testimonios se sabe que para los Incas, la coca constituía el centro de sus actividades religiosas y sus ritos. En la mayoría de estos documentos históricos, la coca era considerada como una planta inútil, perniciosa y demoniaca que impedía la difusión del cristianismo; sin embargo, algunos escritos hacían referencia a sus cualidades, señalando entre sus virtudes –transmitidas por la creencia popular- el uso con fines medicinales y antifatigantes. Entre las crónicas de la conquista, se encuentra la del religioso jesuita José de Acosta quién describió con precisión los síntomas del “Mal de Montaña” o “Mal de altura”, al relatar sus experiencias acompañando a las tropas españolas durante una travesía por los andes. En su obra “Historia Natural y Moral de las Indias” (1590) se encuentra una descripción detalladas de las molestias que sufren los recién llegados a la altura, que Acosta atribuyó a “la textura del aire delicado y sutil, que no está adaptado a la respiración del hombre…”. Ya en esa época, también se mencionaba el efecto benéfico de la utilización de hojas de coca para contrarrestar este mal (Garcilazo de la Vega, 1609). (AU)