La presente publicación describe las pautas para el desarrollo de buenas prácticas que incrementan la calidad de los servicios públicos, con lo que contribuyen a la mejora de las condiciones de vida de la población para su desarrollo e inclusión social, que debe reconocer el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad. El juego es la principal actividad que realiza la niña y el niño, es un derecho universal y constituye una de las formas más importantes para adquirir conocimientos y competencias esenciales. Es una característica de la vida de las niñas y los niños pequeños, que contribuye de manera significativa al adecuado crecimiento y oportuno desarrollo infantil (físico, social y psicológico). El juego por ser el lenguaje de comunicación de los menores, permite afianzar el desarrollo sicomotriz, y las capacidades simbólicas, la autonomía y la socialización. El Modelo de Atención Integral de Salud basado en Familia y Comunidad (R.M. 464-2011-MINSA) establece como primera necesidad de desarrollo de la salud - el desarrollo personal- entendiéndose como el alcanzar su máximo potencial de desarrollo como ser humano, uso adecuado del tiempo libre, desarrollo de habilidades sociales y de proyectos de vida, potencialidades intelectuales, entre otros.