La presente publicación describe la vigilancia genómica, como una herramienta transformadora que ayuda a proteger la salud en un mundo cada vez más interconectado y vulnerable a nuevas amenazas biológicas. En la región andina, se ha convertido en un pilar para monitorear, prevenir y controlar la propagación de enfermedades infecciosas, y su impacto ha sido especialmente evidente en los últimos años. ¿Pero qué hace que la vigilancia genómica sea tan importante y beneficiosa para proteger la salud de las personas?. La vigilancia genómica permite analizar el ADN y ARN de virus, bacterias y otros patógenos, lo que ayuda a detectar mutaciones que pueden hacerlos más contagiosos o resistentes a tratamientos. Gracias a esto, los sistemas de salud pública pueden tomar decisiones rápidas y eficaces, como vimos durante la pandemia de COVID-19. Países como Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú han utilizado esta tecnología para identificar variantes del SARSCoV-2 y ajustar políticas sanitarias y campañas de vacunación